Resumen de CAPS LOCK: How Capitalism Took Hold of Graphic Design, and How to Escape From It de Ruben Pater

Este libro explora la relación entre el diseño gráfico y el capitalismo, argumentando que el diseño, lejos de ser neutral, es un actor clave en la perpetuación del sistema económico capitalista. El autor, Ruben Pater, cuestiona la creencia de que el diseño ético puede existir dentro del capitalismo y busca estrategias para desvincular el diseño de este sistema.

El libro se divide en varias partes que analizan las diferentes funciones del diseñador:

  • Parte 1: Examina cómo el diseño sirve a las relaciones económicas y al capitalismo a través de roles como el de escriba (creando documentos financieros como monedas y billetes) , ingeniero (estandarizando mercados con formularios y mapas) , vendedor y creador de marcas. El libro menciona que la «economía» es una colección de relaciones sociales cooperativas, y que el diseño ayuda a ocultar este hecho mediante la creación de formas abstractas como infografías y marcas corporativas.
  • Parte 2: Se enfoca en el diseñador como un actor económico en sí mismo, analizando las condiciones laborales como los salarios, las horas de trabajo, el agotamiento, las pasantías no remuneradas y el trabajo freelance. También aborda al diseñador como aficionado y educador, cuestionando el profesionalismo y la forma en que la educación prepara a los diseñadores para el mercado laboral capitalista.
  • Parte 3: Aborda las estrategias que han surgido para resistir al capitalismo desde el diseño. Se menciona al diseñador como hacker, que busca reducir la dependencia de las herramientas y plataformas de grandes corporaciones. También se discute al diseñador como filántropo, que, a pesar de sus buenas intenciones, puede inadvertidamente reforzar el poder del capitalismo y la desigualdad. El libro cuestiona la retórica del activismo en el diseño y propone el concepto de «bienes comunes del diseño».
  • Parte 4: El libro concluye presentando a seis colectivos de diseño de diferentes partes del mundo, como Brave New Alps, Common Knowledge, Cooperativa de Diseño, Mídia NINJA, Open Source Publishing y The Public, cuyas prácticas anticapitalistas desafían las ideas de competencia y explotación. Muestran que es posible crear economías locales y sostenibles que prioricen el bienestar humano en lugar del lucro.

El autor concluye que, aunque el libro aborda temas incómodos como la relación del diseño con la esclavitud, el colonialismo y la destrucción ambiental, estos son necesarios para entender cómo acciones bien intencionadas pueden tener consecuencias perjudiciales. A través de las historias de estos colectivos, el libro ofrece una visión esperanzadora de que el diseño puede ser una herramienta significativa y útil para la humanidad.

¿Impacto social sin inversión en diseño? Abramos esta conversación.

En una conferencia en Canadá (Web à Québec), conocí el trabajo del autor holandés Ruben Pater, quien escribe sobre cómo el diseño se entrelaza con el capitalismo. Su lectura me dejó pensando: las empresas saben que si quieren tener impacto, deben invertir en buenos diseñadores y publicistas. Y lo hacen.

En muchas ONGs, en cambio, el diseño y la comunicación —que podrían amplificar causas urgentes— no se priorizan. Y no es solo por falta de presupuesto: los recursos se concentran en los cargos directivos, donde los sueldos suelen ser altos, mientras que quienes comunican, diseñan o ejecutan terminan desvalorizados o marginados de la estructura de inversión. Es una cuestión de prioridades, no de escasez.

Ahora bien, los diseñadores no somos “los del flyer”.
Somos antropólogos visuales. Observamos comportamientos, leemos el entorno, traducimos realidades complejas en símbolos que conectan.
Muchos de nosotros —además de diseñar— tenemos formación o experiencia en historia, política, lenguaje, tecnología, educación y cultura visual.
Por eso no debería sorprender que podamos liderar proyectos sociales, incluso dirigir ONGs, si se nos da el lugar.

Valorar la comunicación no es solo decir que es importante; es demostrarlo con decisiones concretas: presupuestos justos, respeto profesional y equipos que reflejen la diversidad de talentos que requiere el cambio social.


Posted by:Angie Saravia Gigante

Angie Saravia es diseñadora, mentora y directora creativa de Alfabeto Visual. Especialista en DesignOps y Figma, acompaña a marcas y equipos a crear identidad y procesos visuales que escalan.